jueves, 13 de septiembre de 2007

MATAR A UN RUISEÑOR

Titulo: Matar un ruiseñor
Autor: Harper Lee
Editorial: Bruguera

Se le mire por donde se le mire, “Matar un ruiseñor es un libro estupendo” editado en el año 1961, tiene incontables ediciones en la actualidad, hace unos años lo llevaron al cine, protagonizado por Gregory Peck, y un reparto muy importante, ganó, creo dos Oscars, y ha sido un referente de la novela costumbrista americana.

Se sitúa en un pueblo del sur de Norteamérica, un pueblo pequeño de muy pocos habitantes, antiguo, con casas de todos los estilos, gente buena y mala, que iban a la misa los domingos, ataviados con sus mejores ropas, y cada uno con su moral acomodaticia, había cosas que de siempre habían sido buenas, cosas que estaban bien y que la mayoría de las buenas personas admitían sin pensar más, y el resto cosas malas, emborracharse, tratar mal a la gente, matar, y rechazar las buenas y tradicionales costumbres.

Los personajes, una niña de seis a ocho años, que es quien nos cuenta lo que ocurre, impulsiva de una mentalidad con un nivel mucho mas alto que la corresponde; su hermano de unos doce años, que la muestra el camino de lo que él considera que debe ser una señorita; y el padre un abogado de un distrito rural, inteligente, de una moral muy firme y unas convicciones sobre lo que está bien y mal reales, que lleva a sus hijos por un camino recto pero flexible, siempre mostrándoles lo que dentro de la moral, es correcto, pero aclarándoles que a veces lo que realmente cuenta es la propia conciencia.

El resto y lo importante es como reacciona el pueblo ante hechos, que tienen mucho que ver con su concepción de la esclavitud, y que a pesar de ser sureños, no acaban de ver la necesidad de comprar seres humanos, que en lo más profundo de sus conciencias rurales consideran infrahumana.

Lógicamente de una novela maravillosamente llevada, la película a que dio lugar también es extraordinaria, en cuanto al título del libro, es mejor que el lector averigüe a lo largo de la lectura, que es “Matar un ruiseñor”, pero que es un verdadero placer, pues no es un título casual, es una verdadera filosofía del comportamiento, y eso coincide con los valores normales de la gente buena.

En definitiva el libro se lee, una y otra vez, y en cada pasada, descubrimos auténticos valores de los que a pesar de llevarlos inmersos el libro hay que profundizar para gozar de los verdaderos goces de la obra, yo la tengo desde el año 1965, y la he leído ya varias veces, cada vez encuentro nuevos resquicios para disfrutar.

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